En el momento en que se inicia el contacto piel con piel, el bebé detecta el olor familiar de la madre y el tacto de su piel. Además, el bebé tendrá el instinto de trepar hacia el pecho para poder hacer la primera toma, en estos momentos se establecen los primeros contactos visuales con el bebé. Es muy importante no interrumpir este momento, si no es imprescindible hacerlo, puesto que es muy esperado por la madre y la familia, así como por el bebé. Después de aproximadamente 10 meses, el bebé reconoce el olor de la madre, la voz, su latido y por eso es el mejor lugar donde puede estar para tener la calma y el apoyo que necesita para poder desarrollar todos los reflejos y empezar la búsqueda del pecho. Lo ideal es que fuera completamente piel con piel sin manta alguna, sábana o ropa entre los dos.
El hecho de poder tener cercano el olor del bebé también despierta las vías de oxitocina de la madre, lo que hace incrementar la producción de la leche. Debemos tener en cuenta que, en el momento justo después del parto, el bebé pasa por un proceso donde se liberan hormonas de estrés/activación que hacen que justo después de nacer sea el momento idóneo para que tenga ese estado de alerta, ojos abiertos y una máxima activación que debe aprovecharse, ya que unas horas después de este episodio, entran en un estado de relajación y somnolencia.
La posición idónea para este momento es la posición biológica, en ella el bebé puede desarrollar los reflejos para ir subiendo hacia el pecho y agarrarse de forma espontánea. Puede haber varios intentos de toma hasta que finalmente se agarre. Sabemos que un bebé que haya realizado esta toma de forma espontánea tiene muchas más posibilidades de tener una lactancia sin problemas.
Esta primera toma genera un pico importante de oxitocina que beneficia tanto a la madre, ya que hace una mejor eyección de leche, como también al bebé. Debemos tener en cuenta que esta toma espontánea puede tardar unos 40 minutos en realizarse, a veces es menos tiempo y a veces más, pero es de vital importancia para la evolución de esa lactancia dejar el tiempo necesario para que esto suceda. Es posible que el bebé, a pesar de intentar subirse y hacer ese primer agarre, tenga dificultades. En este caso, podemos ofrecer apoyo a la madre y al bebé para poder facilitarlo, pero debemos tener en cuenta intervenir con respeto, distancia y sin invadir ese momento íntimo y vital por el binomio.